Thor regresa con una gran prueba de fe
Bajo la dirección de Taika Waititi este fin de semana se da el estreno de la cinta Thor: Amor y Trueno la cual muestra una refrescante simplicidad y claridad en la historia.
Dentro de la trama se conocerá al villano llamado Gorr, cuya joven hija muere en sus brazos mientras vagan por el desierto en lealtad al dios Rapu.
El padre afligido luego se encuentra con Rapu (Jonny Brugh), quien se burla cruelmente de las expectativas de recompensas de Gorr en el más allá.
Gorr derriba a Rapu con una espada especial denominada Necroespada, y promete seguir este primer asesinato con un reinado celestial de terror para exterminar a los dioses, y Thor (Chris Hemsworth) es el siguiente.
Thor vive en su ciudad natal reconstruida de New Asgard, cuyo pueblo fue destruido en la película Thor: Ragnarok.
Asimismo se revela que su ex, la astrofísica Dra. Jane Foster (Natalie Portman), tiene un cáncer terminal; y la quimioterapia no funciona, así que va a New Asgard con la esperanza de que la magia del martillo de Thor, Mjölnir, la cure.
En ese momento, Gorr ataca New Asgard, liberando reptiles arácnidos gigantes para secuestrar a los niños de la ciudad y atraer a Thor a su guarida. Tanto Jane como la residente de New Asgard, Valkyrie (Tessa Thompson), que ahora dirige una heladería, unen sus fuerzas con Thor y su bromista compañero montado en una roca, Korg (Waititi), para luchar contra el villano.
Cabe destacar la actuación extraña y desconcertante de la película, es cuando se desarrolla en Omnipotence City, el colosal salón de los dioses donde el jefe de todos ellos es Zeus (Russell Crowe).
El cuarteto de superhéroes viaja allí en busca de la ayuda de Zeus para luchar contra Gorr, pero el dios griego resulta ser un libertino grandilocuente y cobarde, un aislacionista intergaláctico que se contenta con dejar que el universo arda mientras esté a salvo.
Asimismo destacan los clásicos temas de Guns N’ Roses que acompañan la acción de la película, mismos que son un cambio bienvenido del habitual estruendo de metales y timbales de las escenas de batalla.